Comprar buenos muebles es una inversión a largo plazo, pero para que se mantengan como nuevos durante años, es fundamental darles el cuidado que necesitan. En esta guía práctica te damos consejos útiles para limpiar, mantener y proteger tus sofás, mesas, muebles de madera y más.

Cuidado de sofás y sillones

Limpieza regular:

  • Aspira el sofá una vez por semana, especialmente en las zonas de mayor uso.

  • Si la tapicería lo permite, utiliza un paño húmedo con jabón neutro y sécalo bien.

  • Evita productos abrasivos o con alcohol.

Consejo extra: usa fundas o mantas decorativas para proteger las zonas más expuestas, como los reposabrazos o el asiento central.

Manchas difíciles: actúa rápido. Aplica una solución de agua tibia y vinagre o un limpiador específico según el tejido. No frotes: presiona suavemente con un paño limpio.

Muebles de madera: limpieza y protección

Limpieza básica:

  • Pasa un paño suave y seco o ligeramente humedecido con agua.

  • Evita dejar agua estancada o usar trapos mojados, ya que la madera puede absorber la humedad.

Mantenimiento:

  • Aplica cera o aceite especial para madera cada 3–6 meses para nutrirla y protegerla.

  • Evita la exposición directa al sol o fuentes de calor (radiadores, estufas).

Cuidado diario:

  • Usa posavasos y manteles para evitar marcas de líquidos, rayones o calor.

  • No arrastres objetos sobre la superficie.

Mesas y muebles lacados o con brillo

Para limpiar:

  • Usa un paño de microfibra ligeramente húmedo.

  • Si hay huellas o marcas, prueba con una mezcla suave de agua y jabón neutro.

Evita: estropajos, limpiadores con alcohol o amoníaco, ya que pueden dañar el acabado.

Muebles de melamina o laminados

  • Son fáciles de limpiar: basta con un trapo húmedo y un poco de jabón neutro.

  • No uses esponjas abrasivas ni productos desengrasantes fuertes.

Consejo: aunque son resistentes, evita golpes o rayones con objetos metálicos o punzantes.

Si tienes mascotas o niños en casa…

  • Protege los muebles con fundas o cubre sofás lavables.

  • Usa protectores de esquinas para muebles bajos o mesas de cristal.

  • Elige tejidos antimanchas y materiales fáciles de limpiar desde el principio.

Ir al contenido